Diferencias entre Iglesia (ἐκκλησία) y Templo
En artículos
anteriores ofrecimos una definición de las palabras iglesia (asamblea) y templo,
y señalamos que no se refiere a un edificio; sino a una congregación de
creyentes en Jesús el Mesías. Pero veamos algunas diferencias, que nos dan
pauta, para identificar de una manera clara la diferencia entre lo que era el
templo para el pueblo de Israel y la iglesia para los creyentes del Nuevo
Pacto.
v El Templo era de uso exclusivo para quienes estaban bajo la ley: Y dirás a los rebeldes de Israel: Así dice Adonay YHVH: ¡Oh casa de Israel! ¡Basta ya de todas vuestras abominaciones Ezequiel 44:6. Había una separación entre judíos y gentiles al grado de que no se hablaban entre sí. La distancia se mantuvo por siglos hasta los días de los apóstoles. Esto es lo que dijo Pedro en casa de Cornelio:
Vosotros sabéis cuán abominable es para un varón judío reunirse o asociarse con un extranjero, pero Dios me ha mostrado que no llame común o inmundo a ningún hombre. Hechos 10:28
La iglesia es para todos sin distinción étnica, social o de género: No hay judío ni griego, no hay siervo ni libre, no hay varón ni hembra: porque todos vosotros sois uno solo en Jesús el Mesías. Gálatas 3:28
v En el templo había un altar, en el que se ofrecían los sacrificios de animales que ordenaba la ley a todos los que estaban sujetos a ella. En la iglesia no hay altar porque Cristo: habiendo ofrecido un solo sacrificio para siempre por los pecados, se sentó a la diestra de Dios, de ahí en adelante esperando hasta que sus enemigos sean puestos por estrado de sus pies. Porque con una sola ofrenda hizo perfectos para siempre a los santificados Hebreos 10:12-14
Curiosamente, la primera mención que se hace de la música en la Biblia es acerca de Jubal, un descendiente cercano de Caín: Y el nombre de su hermano era Jubal, quien fue antepasado de todos los que tocan arpa y flauta. Génesis 4:21. El uso indiscriminado e irreverente de la música, siempre ha estado conectado con el pecado, incluyendo las actividades que supuestamente se hacen para el Señor. Por ejemplo, cuando el pueblo se corrompió e hizo un becerro de oro para adorarlo, el ungido del Señor decía: Viendo esto Aarón, edificó un altar delante de él; e hizo pregonar Aarón diciendo: ¡Mañana será fiesta solemne a YHVH! Éxodo 32:5 Dios repudia que se mezcle lo santo con lo mundano. Por este motivo el Señor dejó instrucciones muy precisas para el uso de la música en el templo, que era la casa de Dios. Por cierto, hemos de entender que los israelitas cultivaron la música y crearon diversos instrumentos que tocaban en sus casas o en el campo. Pero en la casa de Dios, solamente podían hacerlo con los instrumentos que Dios había mandado, en los momentos y ocasiones que también les había indicado. El culto en la casa de Dios, no estaba supeditado al gusto particular de cada uno, ni de las mayorías, ni de los levitas. La casa era de Dios y solo Él disponía lo que se podía hacer en ella.
v El templo era
un edificio físico donde tenían lugar los rituales de la religión judía. La iglesia es un edificio espiritual donde mora el Espíritu
Santo.
v En el templo se presentaban
sacrificios de animales conforme a la ley. En
la iglesia se ofrece “sacrificios espirituales.” 1 Pedro 2:5
v El Templo era de uso exclusivo para quienes estaban bajo la ley: Y dirás a los rebeldes de Israel: Así dice Adonay YHVH: ¡Oh casa de Israel! ¡Basta ya de todas vuestras abominaciones Ezequiel 44:6. Había una separación entre judíos y gentiles al grado de que no se hablaban entre sí. La distancia se mantuvo por siglos hasta los días de los apóstoles. Esto es lo que dijo Pedro en casa de Cornelio:
Vosotros sabéis cuán abominable es para un varón judío reunirse o asociarse con un extranjero, pero Dios me ha mostrado que no llame común o inmundo a ningún hombre. Hechos 10:28
Al oriente, frente al Santuario y
delante de la Tienda de Reunión, hacia el este, acamparán Moisés, y Aarón y sus
hijos, quienes harán la guardia del Santuario en nombre de los hijos de Israel.
El extraño que se acerque será muerto Números 3:38
La iglesia es para todos sin distinción étnica, social o de género: No hay judío ni griego, no hay siervo ni libre, no hay varón ni hembra: porque todos vosotros sois uno solo en Jesús el Mesías. Gálatas 3:28
v En el templo había un altar, en el que se ofrecían los sacrificios de animales que ordenaba la ley a todos los que estaban sujetos a ella. En la iglesia no hay altar porque Cristo: habiendo ofrecido un solo sacrificio para siempre por los pecados, se sentó a la diestra de Dios, de ahí en adelante esperando hasta que sus enemigos sean puestos por estrado de sus pies. Porque con una sola ofrenda hizo perfectos para siempre a los santificados Hebreos 10:12-14
Estas diferencias nos permiten ver cuán
fraudulento es el intento de los mercaderes de la fe por tratar de identificar
el moderno edificio religioso donde se reúnen los creyentes con “el templo”.
Esto se extiende a los famosos "llamados
al altar" que suscitan de inmediato la pregunta: ¿A qué altar se
refieren dado que el único altar que tenemos los cristianos es la cruz en la
que murió Jesús el Mesías?. Además, el altar del templo judío que tipificaba esa cruz fue
destruido en al año 70 d. C. por los romanos. De manera que no hay más altar.
v En el templo había un sumo sacerdote, que por razón de la muerte debía ser remplazado periódicamente. En la iglesia tenemos un solo sumo sacerdote para toda la eternidad, el Señor Jesucristo, Perfectamente Dios y Santo: Y los otros sacerdotes llegaron a ser muchos, debido a que por la muerte no podían continuar; mas éste, por cuanto permanece para siempre, tiene un sacerdocio inmutable […] que no tiene necesidad cada día, como los sumos sacerdotes, de ofrecer primero sacrificios por sus propios pecados y después por los del pueblo, porque hizo esto de una vez por todas ofreciéndose a sí mismo. Hebreos 7:23, 27
v En el templo se quemaba incienso como una ofrenda a Dios. En la iglesia el incienso se corresponde con las oraciones de los creyentes: Apocalipsis 8:3 En una descripción de una escena que se desarrolla en los cielos dice: Otro ángel vino entonces y se paró ante el altar, con un incensario de oro; y se le dio mucho incienso para añadirlo a las oraciones de todos los santos, sobre el altar de oro que estaba delante del trono.
En consideración a esta irrefutable y preciosa verdad, resulta una herejía hablar de un altar dentro de la iglesia y hacer llamados para “pasar al altar”
v En el templo había un sumo sacerdote, que por razón de la muerte debía ser remplazado periódicamente. En la iglesia tenemos un solo sumo sacerdote para toda la eternidad, el Señor Jesucristo, Perfectamente Dios y Santo: Y los otros sacerdotes llegaron a ser muchos, debido a que por la muerte no podían continuar; mas éste, por cuanto permanece para siempre, tiene un sacerdocio inmutable […] que no tiene necesidad cada día, como los sumos sacerdotes, de ofrecer primero sacrificios por sus propios pecados y después por los del pueblo, porque hizo esto de una vez por todas ofreciéndose a sí mismo. Hebreos 7:23, 27
v En el templo se quemaba incienso como una ofrenda a Dios. En la iglesia el incienso se corresponde con las oraciones de los creyentes: Apocalipsis 8:3 En una descripción de una escena que se desarrolla en los cielos dice: Otro ángel vino entonces y se paró ante el altar, con un incensario de oro; y se le dio mucho incienso para añadirlo a las oraciones de todos los santos, sobre el altar de oro que estaba delante del trono.
v El Templo había
una serie de muebles y utensilios para cumplir con el ceremonial de la ley, todo lo cual era
figura de la persona santa del Señor Jesucristo.
Porque el tabernáculo
fue preparado así: En la primera estancia, llamada lugar santo, estaba el
candelabro, la mesa y los panes de la proposición. Tras el segundo
velo, estaba la parte del tabernáculo llamada
lugar santísimo, que tenía un incensario de oro y el arca del
pacto cubierta de oro por todas partes, en la que estaba una urna de oro
que contenía el maná, la vara de Aarón que reverdeció, y las tablas del pacto. Hebreos 9:2-4
En la iglesia todo
esto ha sido remplazado por la realidad misma que es la persona del Señor Jesucristo. Lo cual es símbolo para el tiempo presente, según el
cual se presentan ofrendas y sacrificios que no pueden perfeccionar, con
respecto a la conciencia, al que ofrece ese servicio, sólo de
viandas y bebidas, y diversos géneros de abluciones; reglamentos carnales
impuestos hasta el tiempo de reformación. Pero habiendo venido el Mesías, Sumo
Sacerdote de los bienes llegados, por medio de un mayor y perfecto tabernáculo,
no hecho por manos, es a saber, no de esta creación; ni por medio de
la sangre de machos cabríos ni de becerros, sino por medio de su propia sangre,
entró una vez por todas en el lugar santísimo, habiendo asegurado eterna redención. Hebreos 9:9-12
Era pues necesario que las representaciones de las cosas celestiales fueran
purificadas con estos ritos, pero las cosas celestiales mismas, con mejores
sacrificios que éstos. Hebreos 9:23
v En el Templo solamente la tribu de Leví podía servir en el
sacerdocio.
En la iglesia solamente oficia el Sumo Sacerdote del orden de Melquisedec (Cristo). Ahora bien, el punto principal de lo que venimos diciendo es que tenemos tal Sumo Sacerdote que se sentó a la diestra del trono de la Majestad en los cielos, ministro de las cosas santas y del verdadero tabernáculo que erigió el Señor y no el hombre. Porque todo sumo sacerdote es constituido para presentar ofrendas y sacrificios; por lo cual, es necesario que también Éste haya tenido algo que ofrecer. Pero si estuviera en la tierra, no sería sacerdote en manera alguna, habiendo aún quienes siguen presentando ofrendas según la ley; los cuales son figura y sombra de las cosas celestiales, como le fue advertido a Moisés cuando estaba por terminar el tabernáculo; pues: Mira, le dice, haz todas las cosas según el modelo que te fue mostrado en el monte. Pero ahora ha obtenido un ministerio aun superior, por cuanto también es mediador de un mejor pacto, el cual está basado sobre mejores promesas. Porque si aquel primero hubiera sido sin defecto, no se hubiera procurado lugar para un segundo. Hebreo 8: 1-7
En la iglesia solamente oficia el Sumo Sacerdote del orden de Melquisedec (Cristo). Ahora bien, el punto principal de lo que venimos diciendo es que tenemos tal Sumo Sacerdote que se sentó a la diestra del trono de la Majestad en los cielos, ministro de las cosas santas y del verdadero tabernáculo que erigió el Señor y no el hombre. Porque todo sumo sacerdote es constituido para presentar ofrendas y sacrificios; por lo cual, es necesario que también Éste haya tenido algo que ofrecer. Pero si estuviera en la tierra, no sería sacerdote en manera alguna, habiendo aún quienes siguen presentando ofrendas según la ley; los cuales son figura y sombra de las cosas celestiales, como le fue advertido a Moisés cuando estaba por terminar el tabernáculo; pues: Mira, le dice, haz todas las cosas según el modelo que te fue mostrado en el monte. Pero ahora ha obtenido un ministerio aun superior, por cuanto también es mediador de un mejor pacto, el cual está basado sobre mejores promesas. Porque si aquel primero hubiera sido sin defecto, no se hubiera procurado lugar para un segundo. Hebreo 8: 1-7
v En el Templo había
un coro que se usaba en los momentos determinados por Dios para el desarrollo
del ceremonial judío.En la iglesia del Nuevo Pacto no se menciona la
existencia de un coro. Esa costumbre fue incorporada muchos siglos después por
los romanistas, quienes fueron los primeros en introducir un coro en su
liturgia. En los escritos del Nuevo Pacto solamente se relata la práctica del
cántico congregacional. Lo que abundaba en sus
reuniones, más que el canto, era el ministerio de cada uno en beneficio de todos
en torno a la Palabra de Dios.
La palabra del Mesías viva en vosotros en
abundancia, con toda sabiduría, enseñándoos y amonestándoos los unos a los otros con salmos, e himnos, y cánticos
espirituales, cantando con gratitud en vuestros corazones a Dios. Colosenses 3:16
Hablando entre vosotros con salmos e himnos y cánticos espirituales,
cantando y entonando salmos de
todo corazón al Señor; Efesios 5:19
v El Templo era para
el rito ceremonial que allí se realizaba. Dios estableció instrucciones muy
precisas para la utilización de ciertos instrumentos musicales, así como para la
participación del coro debido. Solamente se permitía usar cuatro clases de
instrumentos musicales. La historia de la música es tan antigua, como la
historia de la creación. La Biblia cuenta de su existencia cuando fue creada la
principal criatura angelical que, después de su caída, llegó a ser
Satanás: En Edén, en el huerto de Dios estuviste. De toda piedra preciosa
era tu vestidura: De cornerina, topacio, jaspe y crisólito, De berilo y ónice;
zafiro y carbunclo, De esmeralda y de oro. Los primores de tus
panderos y flautas estuvieron preparados para ti en el día de tu creación. Ezequiel 28:13
Curiosamente, la primera mención que se hace de la música en la Biblia es acerca de Jubal, un descendiente cercano de Caín: Y el nombre de su hermano era Jubal, quien fue antepasado de todos los que tocan arpa y flauta. Génesis 4:21. El uso indiscriminado e irreverente de la música, siempre ha estado conectado con el pecado, incluyendo las actividades que supuestamente se hacen para el Señor. Por ejemplo, cuando el pueblo se corrompió e hizo un becerro de oro para adorarlo, el ungido del Señor decía: Viendo esto Aarón, edificó un altar delante de él; e hizo pregonar Aarón diciendo: ¡Mañana será fiesta solemne a YHVH! Éxodo 32:5 Dios repudia que se mezcle lo santo con lo mundano. Por este motivo el Señor dejó instrucciones muy precisas para el uso de la música en el templo, que era la casa de Dios. Por cierto, hemos de entender que los israelitas cultivaron la música y crearon diversos instrumentos que tocaban en sus casas o en el campo. Pero en la casa de Dios, solamente podían hacerlo con los instrumentos que Dios había mandado, en los momentos y ocasiones que también les había indicado. El culto en la casa de Dios, no estaba supeditado al gusto particular de cada uno, ni de las mayorías, ni de los levitas. La casa era de Dios y solo Él disponía lo que se podía hacer en ella.
En la iglesia la situación era distinta. La
gran diferencia entre los que practicaban las ceremonias religiosas del
templo y los que realizan las actividades de la iglesia está en que los
miembros de la iglesia tienen el Espíritu Santo morando en ellos, lo que les
permite adorar en espíritu y en verdad. En cambio los israelitas no podían
expresarse en forma espiritual, porque el Espíritu Santo aún no había venido
(Juan 7;38-39); sólo podían manifestarse a través de sus emociones en forma
física. Tal parece que esta es la misma dificultad que muchos tienen en
nuestros días en esas congregaciones que han introducido toda clase de
instrumentos ruidosos que hacen tronar a muy altos decibeles y luego los escuchamos pedir a gritos que
descienda sobre ellos el Espíritu Santo.
San Vitaliano |
Los cristianos podemos utilizar
instrumentos musicales cuando nos reunimos para cantar a Dios. Pero otra cosa
es convertir nuestras reuniones en festivales
y espectáculos al estilo del mundo en los que se utilizan los instrumentos
musicales de manera estridente. En
las páginas de la Biblia no encontraremos la idea del show moderno que incluye
luces, danzantes y cantantes que en nada difieren de los del espectáculo
mundano que ha invadido a una multitud de congregaciones. El primer instrumento
musical que se incorporó a los servicios eclesiásticos fue en el año 670 por el
papa Vitaliano.
v El Templo llevaban los niños al
octavo día para circuncidarlos y darles oficialmente su nombre. Y cuando se cumplieron ocho días para circuncidarlo,
entonces fue llamado su nombre Jesús; el cual le puso el ángel antes de que
ella quedara encinta. Lucas
2:21.
En la iglesia no existe ninguna ceremonia relacionada con los recién nacidos. Sin embargo, el Señor nos entrega la más preciosa certeza respecto a los niños, que ellos tienen la seguridad de su salvación hasta que lleguen a la edad de responsabilidad. "Jesús dijo: Dejad a los niños venir a mí, y no se lo impidáis; porque de los tales es el reino de los cielos". (Mateo 19:14) Mirad que no menospreciéis a uno de estos pequeños, porque os digo que sus ángeles en los cielos ven siempre el rostro de mi Padre que está en los cielos. Mateo 18:10
En la iglesia no existe ninguna ceremonia relacionada con los recién nacidos. Sin embargo, el Señor nos entrega la más preciosa certeza respecto a los niños, que ellos tienen la seguridad de su salvación hasta que lleguen a la edad de responsabilidad. "Jesús dijo: Dejad a los niños venir a mí, y no se lo impidáis; porque de los tales es el reino de los cielos". (Mateo 19:14) Mirad que no menospreciéis a uno de estos pequeños, porque os digo que sus ángeles en los cielos ven siempre el rostro de mi Padre que está en los cielos. Mateo 18:10
Presentación de niños al pasto |
En una multitud de congregaciones se acostumbra “presentar a los niños”,
pero esto es un rito vacío sin sustento bíblico. Los escogidos de Dios lo son
desde el vientre de sus madres. Los mercaderes de la fe han inventado la
ceremonia de la “presentación de los niños” (aunque no los circuncidan),
imitando la ceremonia judía en la que se llevaba a los niños para cumplir con
el rito de la circuncisión como lo establecía la legislación de Moisés.
Además, con la práctica anti bíblica de la “presentación de los niños” que hoy se realiza, se afirma el lugar especial del “templo” como el “recinto sagrado” oficial para tal representación religiosa. De esta manera malentienden o ignoran voluntariamente el cambio histórico-redentor que va del “templo” de piedra, ladrillo y cal al templo móvil, de carne, que es la iglesia del Nuevo Pacto como santuario de Dios. Cuando la Biblia hace referencia a presentar a los niños en el templo, debemos precisar dos cosas. Primero, que ese templo que hace mención es el templo judío. Segundo, que esto se hacía en cumplimiento a lo ordenado por Dios en la ley de Moisés para los judíos. La iglesia no está bajo la ley, sino bajo la Gracia. Dios mandó en la ley que cuando naciera un niño, debía ser circuncidado al octavo día de su nacimiento (Lv.12: 3). Y además en esa ceremonia se colocaba y oficializaba el nombre de la criatura, como leemos en el caso de Juan el Bautista (Lc.1: 59-60), y del mismo Señor Jesucristo (Lc.2: 21). Todo ese acto involucraba la "presentación en el templo" según la ley.
Las madres, para cumplir con el
ritual de la purificación de la ley, debían presentar en el templo un animal en
sacrificio (Lv.12: 6). Esto es lo que cumplió también María cuando dio a luz a
Jesús. Lc.2:21: 24 "Cumplidos los ocho días para circuncidar al niño, le
pusieron por nombre Jesús, el cual le había sido puesto por el ángel antes que
fuera concebido. Y cuando se cumplieron los días de la purificación, conforme a
la ley de Moisés, le trajeron a Jerusalén para presentarle al Señor (como está
escrito en la ley del Señor: Todo varón que abriere la matriz será llamado
santo al Señor), y para ofrecer conforme a lo que se dice en la ley del Señor:
Un par de tórtolas, o dos palominos".
El ritual de la “presentación de los niños” que hoy se
practica en muchas denominaciones carece por completo de sustento bíblico. Si
se insiste en “presentar a los niños” en el “templo” apoyándose en esta
práctica judía, también se debería exigir que las madres de esas criaturas
traigan también un animal para sacrificarlo en el templo, aunque el problema
mayor es que hoy ya no existe el templo de Jerusalén
Para evitar confusión el Espíritu Santo reitera tres veces en este breve
pasaje que el rito de la presentación de los niños en el tempo, es algo que
ordena la ley de Moisés. Los niños eran presentados en el templo, se les
circuncidaba y se les daba su nombre. Tres cosas inseparables que determinaba
la ley de Moisés. Y dado que Jesús nació bajo la ley para cumplir la ley, él
mismo se sometió a todo ese ritual. Pero una vez que el Señor cumplió toda la
ley, todo eso fue puesto de lado para dar lugar al nuevo pacto que da
nacimiento a la iglesia. Por este motivo la práctica de la presentación de los
niños es ajena a la iglesia del Nuevo Testamento y las Escrituras del Nuevo
Pacto no registran una ceremonia como esa.
v Al Templo había
que llevar animales para ofrecerlos en sacrificio, también el diezmo y las
primicias. En la iglesia ofrenda en el primer día de la semana, de acuerdo con lo que cada uno propuso en su
corazón, para ayudar a los que están en necesidad.Cada primer día de la semana cada uno de
vosotros ponga aparte algo, según haya prosperado. 1 Corintos 16:2 Cada uno dé como propuso
en su corazón: no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama
al dador alegre 2 Corintios 9:7
Conclusión:
Hemos llamado la atención a estas 11
diferencias que hay entre el templo y la iglesia. Sabemos que no son todas las
que hay. No obstante, consideramos que éstas que hemos señalado nos muestran
las diferencias que hay entre los dos y hacen más claro el significado de las
palabras Templo, Iglesia y Congregación. Creemos que es muy importante
estar apercibidos de todo esto, que podamos discernir la diferencia entre el
templo que Israel construyó en Jerusalén, el cual fue el corazón de la religión
judía, y la iglesia que Dios levantó y sigue haciendo surgir durante el período
del Nuevo Pacto. En los escritos surgidos en esta era del Espíritu se registran
todos los antecedentes que constituyeron a la iglesia, y una descripción de sus
elementos y prácticas para que sirvieran de modelo a las generaciones
venideras. En su conjunto tenemos el cimiento de la iglesia que tiene en
las casas de los creyentes su centro y núcleo de actividad.
1) El templo era el
corazón de la religión judía, el pueblo terrenal de Dios, con prácticas y
ritos ceremoniales que eran la esencia de la ley. Y la iglesia que no
constituye una religión, sino que es una regeneración de aquellos que han
nacido de nuevo y que poseen la seguridad de su salvación eterna; son las
personas que constituyen el "templo" espiritual de Dios donde mora el
Espíritu Santo.
2) El templo judío
era un edificio físico que correspondía muy bien a las necesidades de
un pueblo terrenal, en cambio la iglesia que Dios define como tal en Su
Palabra, es un edificio espiritual formado por las personas en quienes mora el
Espíritu Santo y se van añadiendo a ese edificio espiritual como piedras vivas.
Tal como leímos en 1 Pedro 2:5.
Gracia y Paz...¡Marantha!
Plantando Iglesias bajo la Gracia
.
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